Llegue a casa ya de noche, hacia frío y el deseo de entrar y no salir mas de casa era muy fuerte (Este frío te hace pensar dos veces en querer salir a la calle). Lo cierto es que necesitaba hacer algunas comprar antes de descansar, y estando en el supermercado, mi esposa me escribe diciendo que la luz se había cortado y necesitaba velas.
Me parecía raro que el super tuviese luz cuando mi casa que queda a pocas cuadras y ésta no tiene luz y el super si. Al llegar a casa note que mis vecinos tenían luz, el problema era en nuestro hogar. Rápido me fije en las llaves térmicas y nada, estaban normal, así que fui hasta la entrada de casa para comprobar que uno de los tapones estaba roto.
Eran la ocho de la noche y las ferreterías cierran a las siete, así que no podía conseguir unos tapones nuevos. Gracias a Dios mi vecino, quien es el dueño del departamento donde vivo, me dio uno nuevo y así pude solucionar le problema de la Luz.
Meditando sobre este asunto, note lo importante que es para el ser humano tener electricidad, aquí en Argentina le decimos Tener Luz, y de cómo uno llega a hacer todo lo posible para que esta no nos falte.
Yo por necesidad solucione un problema de electricidad no sabiendo mucho, pero al ver a mi esposa a tientas, cocinando y cambiando de pañales a los niños, tratando de atenderlos sin Luz, y también lo hacia porque me lo había pedido de una manera “amorosa”, solucione el problema rápidamente y una vez reestablecida la Luz fue como cierta paz me vino, un descanso a la preocupación inicial llego a mi mente y pude tomarme el descanso que tanto ansiaba después de un día de trabajo.
Vivimos tiempos de tinieblas, porque aunque estemos iluminados artificialmente estamos en presencia de unas de las peores épocas de la humanidad.
Realmente estamos a las puertas de los tiempos finales, y es tal la maldad que hay que hasta los hijos de Dios estamos metidos en estas tinieblas.
Orgullos, celos, adulterios; fornicación; idolatrías; mentiras; falta de perdón, falta de amor, etc. Son las cosas que hoy encontramos dentro de la Iglesia.
La verdad es que no apreciamos la Luz de Cristo como “si” lo hacemos con la luz natural. No quiero generalizar, no todos los creyentes están en ésta “honda” y me pondré primero en esta crítica a mi mismo.
Hoy me ví haciendo lo imposible para tener luz artificial, pero me cuesta mucho ir a la Luz verdadera, mi propia carne es mi enemiga mas intima, mi corazón me engaña en mis propios pensamientos, me corta el tiempo para tener el devocional con Dios, para orar, para adorar a Dios, y hasta para callar delante de su presencia me cuesta.
Alguien dijo: justifica tus limitaciones y verdaderamente las tendrás, y así soy yo, siempre tratando de justificarme: es que vengo muy cansado de trabajar, es que me acuesto tarde como para levantarme temprano a orar, es que los niños no nos dejan dormir bien y eso ha traído mucho cansancio físico; es que tengo mucho para escribir, para responder, para hacer, etc.
Son muchos los justificativos injustificables, y lo que hoy estoy haciendo es un llamado de atención de parte de Dios para mí, y para todos lo que de alguna u otra manera estamos perdiendo tiempo en cosas que no son importantes, y hacemos lo imposible por aquello que no es esencial para nuestras vidas.
Como hijos de Dios nos es necesario ir a la Luz, es necesario ponernos bajo la lupa de Dios que es Su Palabra, que es la que nos mide como hijos de Dios, nos mide como personas que decimos ser espirituales. Es importante para nosotros el tener una vida sometida a la Luz de la Palabra y de guiar nuestras vidas “según” lo que la Palabra de Dios dice.
Pero también es necesario saber interpretar o discernir bien la Biblia, con la Guía del Espíritu Santo para tener la iluminación perfecta y el entendimiento pleno de lo que Dios quiere decirnos exactamente a través de su palabra.
No se que es lo que estas dispuesto tu a hacer para venir a la Luz, pero yo tengo el desafió por delante de someterme cada día a SU Palabra, ir a su presencia y dejarme guiar en TODO por lo que el me diga ya que dice en Romanos 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Si quieres tener Fe verdadera, espera a que Dios te Hable y has lo que te diga, ni mas ni menos.