Ha pasado de: » nuestro amor empezó como un juego » a » game over! «
Recuerdo aquel día de verano con mi familia y mis tíos de vacaciones en las montañas, yo tendría unos 10 años… lo recuerdo bien porque ni bien llegamos mis padres se pusieron a armar el campamento, mientras mi tío mi hermana y yo jugábamos al futbol… yo era la arquera (portera)..
mi tío le pegó a la pelota como si yo la fuera a atajarla como “el loco Gati” (un viejo arquero de Argentina) y voló la pelota hacia mí… con 10 años y flaca como una escopeta, imagínense como atajé la pelota con mi antebrazo y sentí: crackkk!… ayyyyyyyy dolor!!!
Me levanté de “entre los muertos”.. y lloré todo el día…. Hasta la noche y luego toda la noche, hasta la mañana siguiente, por tal motivo y sin médicos en la región.. levantaron nuevamente las carpas y todas las cosas y nos volvimos a Córdoba-Capital.
Al llegar al hospital mas cercano, el médico tuvo que sacarme el vendaje provisorio que mi papá me había echo, para que no moviera el brazo y sentí mucho dolor en cada uno de los pequeños movimientos que hacía para quitar la venda, luego sentí más dolor cuando me llevaron a rayos X para ver a donde estaba la quebradura, y luego enyesar el brazo por un largo tiempo, pero en cada movimiento que hacía el médico, con mi brazo me saltaban las lágrimas!
Ay.. ay.. ay.. ay…canta y no llores…
Es fácil decirle a otro “no llores por ese amor..” cuando hubo engaño, desilusión o quebradura del matrimonio, pero esto es doloroso como una quebradura de brazo!
Yo aconsejo, llora todo lo que debas llorar y desahógate con todo el corazón… pero a los pies de Jesús.
“Con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.” (esclesiastés 7:3)
Muchas de nuestras quebraduras del alma, rupturas matrimoniales, es por culpa del amor… y ese quebranto debe ser tratado por el mejor de los médicos del alma: Jesucristo.
Es difícil, mostrar a otra persona los sentimientos que duelen, pero de cierto, cuando pasas por una separación, divorcio o infidelidad, Dios quiere tratar con tu alma y quiere como buen médico sanarte la herida.
Para eso debes dejar que mueva cosas dentro de ti que provocarán dolor, pero será un dolor que te lleva a la sanidad, no a la destrucción total del alma!
Algunas parejas dicen: “ya está.. ya pasó”.. pero te das cuenta que no pasó nada, cuando al hablar del tema te salta el dolor, la bronca, las lágrimas y las palabras de rencor que tienes dentro en tu ahogo… Ese ahogo de palabras que salen sin querer queriendo… son las heridas sangrando por tu boca.
Mi quebradura estuvo enyesada por más de un mes. Fue muy incómodo pasar todo el verano con el brazo duro, sin poder nadar, o jugar libremente.- A todos lados que iba.. el quebranto iba conmigo, es decir no me lo podía olvidar por ahí.. Así mismo, el lamento, el lloro vá a ir contigo, hasta que te dejes tratar por el Señor.
“expondré mi queja, tocante a mi dolor” (Job)
Para sanar una herida, ruptura o quebrantamiento amoroso sigue las indicaciones a continuación:
- desahógate toma un tiempo de lloro: “bienaventurados los que lloran, porque recibirán consuelo” (Mateo 5:4)
- deja que Dios trate tu herida: “El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas”. (salmo 147:3)
- date un tiempo de recuperación antes de tomar decisiones importantes: “Fieles son las heridas del que ama;
Pero importunos los besos del que aborrece”. (proverbios 27.3)
sabrás que vas sanando a medida que pase el tiempo y hables del tema con cierta paz, hasta sentir que te has perdonado y que perdonaste la ofensa… hasta sentir que el peso de tu yeso ya no está.
Dios te bendiga con paz y restauración total!