Contemplando la vida
Hoy me levanté corriendo, como de costumbre… cambié los niños, les dí la leche, hice el desayuno, dejé al bebé jugando y llevé la niña a la guardería…
Mi día está contado por minutos: quince minutos para darle leche al bebé, veinte minutos para ir y volver de la guardería, sesenta minutos para limpiar toda la casa y veinte minutos para hacer compras rápidas (pan y carne)y otros veinte para hacer de comer antes de ir de nuevo a buscar a Vicky a la guardería…
Entre tantos minutos contados.. en el trayecto de dejar a mi hija esta mañana, me crucé con el verdulero en la vereda y me señaló los primeros brotes primaverales de un árbol y me dice: “que hermoso no?!”
La verdad sí que es hermoso ver las primeras hojitas bien verdes y limpias de un árbol que fue podado en en invierno… pero mi pregunta era: “¿Qué hacía el Sr. Verdulero en la vereda y sin abrir su negocio?
Seguro que el no tiene que contar minutos como yo!” pensé…
Pero me hizo pensar… tan acelerada que estoy en el día, que me pierdo de las pequeñas cosas que quizás Dios me quiere mostrar.
¿te ha pasado?
Vivimos acelerados, nos levantamos y nos acostamos con muchas cosas en mente, menos… tratar de ver la hermosura de Dios en el día a día.
“En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.”(Isaías 17:7)
No esperes a: ¡aquel dia!
Así también se nos pasa por alto, otras muchas cosas: saludar al vecino, un detalle a tu esposa, un beso de bienvenida a tu esposo, un abrazo de felicitaciones a tu hijo… todo, por vivir acelerados!
Asi es como llegamos al punto en que no supimos en que parte del camino se fue nuestro cónyugue… ¿Por qué mi hijo está rebelde? ¿Qué hicimos mal?
Quizás estar distraído/a, sin pensar en el bien de tu prójimo…
O darle gracias a Dios por los alimentos, aunque sea!…
Se nos pasa la vida tan rápido que cuando nos damos cuenta, los hijos tienen novia y se quieren casar..
Se nos vá la vida entre los dedos y no la podemos regresar!
Por eso el llamado de Dios para HOY es tomarnos un tiempo de contemplar las cosas buenas que Dios hizo para hoy.
¿tus hijos están sanos? Dá gracias a Dios.
¿estás alimentado, bien vestido..? disfruta tu ropa, tu panza!
Contempla la hermosura de este bello día como si fuera un brote de primavera y agradece a Dios…
El te bendiga!
QUE HERMOSAS PALABRAS, ES CIERTO A VECES NO LE DAMOS LA IMPORTANCIA A LAS COSAS QUE REALMENTE SON ESENCIALES SOLO MIRAMOS LO MALO QUE NOS PASA SIN DAR GRACIAS POR TODAS LAS COSAS MARAVILLOSAS QUE BRINDA EL SEÑOR.
siempre doy gracias a Dios por el nuevo día y por que puedo una vez más recibir de su amor, en el aire que respiro en la brisa que me toca, en el canto de los pájaros , y la oportunidad de ser cada día mejor.
Dios es el alimento de cada día .No lo olviden.