Maldecir es decir mal, es fácil explicarlo y reconocer el significado de la palabra al leerla, quizás sea por eso que logramos con tanta facilidad mal-decir que bendecir (decir bien)
Mucha gente se pregunta: “¿que hice para merecer esto!?” gente común, cristianos quizás, que aparentemente son buena gente, no roban, no hacen nada malo, hasta van a la iglesia cada domingo… pero sus vidas no parece mejorar. ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué quiere Dios?
Una de las cosas mas importantes que la Biblia enseña es a hablar bien. Eso es lo que quiere Dios!
El mundo se fundó por la palabra, se hicieron grandes pactos por la palabra, se escribió la Biblia a través de los siglos por la palabra.
Pero nosotros no hemos aprendido ha hablar la “buena palabra”, y no sólo digo la palabra de Dios sino, a domar nuestras palabras para que de nuestra boca salga “bendición” o “bien-decir”…
Pretendemos bendición hablando para el diablo (literal y metafóricamente
1 Pedro 3:10 al 12
“Porque: El que quiere amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño;
Apártese del mal, y haga el bien;
Busque la paz, y sígala.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
Y sus oídos atentos a sus oraciones”
La gente que no sabe refrenar su boca y hablar siempre el mal, o engañan mintiendo, no pueden pretender tener una vida llena de dias buenos, ya que el principio establecido por Dios, es primero hablar lo correcto, lo justo, ni mas ni menos, la verdad y la bendición (decir bien)
Quien sepa hacer esto, es la persona que ha descubierto que la vida es buena, es para amar, para tener paz y Dios seguramente está atento a sus oraciones para responderlas pronto!
Practica el hablar, piensa antes de hablar, dí algo que edifique a los oyentes con sincero corazón, y verás a Dios de tu lado dándote muchos dias de paz y bienestar.
Dios te bendiga!