Hacer morir la carne.
Muchos han pensado que ayunar es para mover la mano de Dios a nuestro favor, en el sentido de que nos de cosas que deseamos, Ej. Casa, autos, ministerios, visiones, bendiciones materiales y espirituales. Y buscan a Dios solo para eso. Pero todo eso es superficial y vano.
Otros buscan la sanidad de sus cuerpos, o verse más esbeltos y por ostentar el record guines del aguante sin comer je, nada mas alejado de la realidad del ayuno.
Pero la verdad que el ayuno es para dos cosas fundamentales.
- Acercarme a Dios, y tener un encuentro personal en El Espíritu.
- Morir a mi carne… o a los deseos de esta.
Morir a la carne y nuestros deseos tiene que ser una de las metas principales de nuestras vidas cristianas.
Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. Marcos 2:22
Muchos deseamos el derramamiento de su Espíritu Santo, pero no estamos listos, en nuestras vidas tenemos todavía carne. Quizás sacamos los mas grandes pecados…pero todavía tenemos mentiras, engaños, envidas, celos, quejas, divisiones, chismes, consultamos a los Horóscopos (brujerías, hechicerías), iras, rivalidades, borracheras, etc.
Muchos quieren la Gloria de Dios, pero si la gloria de Dios bajase, mas del 90 por ciento de los que están en las Iglesias no lo soportarían.
Santidad ya no es un mensaje que agrada, sino lo llaman legalismo, religiosidad. Pero la Biblia dice que sin Santidad nadie vera a Dios.
Se ha usado para la guerra espiritual el versículo que dice… No es con Ejército ni espada, sino con mi santo Espíritu. Zacarías 4:6
Pero la verdad que para vencer a la carne es solo con su Santo Espíritu.
Romanos 8.
1 Así pues, ahora no hay ya ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, 2 porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque Dios ha hecho lo que no pudo hacer la ley de Moisés, que era incapaz de hacerlo a causa de la debilidad humana: Dios envió a su Hijo en la misma débil condición del hombre pecadores y como sacrificio por el pecado, para de este modo condenar al pecado en la propia debilidad de nuestra condición. 4 Y lo hizo para que podamos cumplir lo que la ley exige, pues ya no vivimos conforme a la naturaleza del hombre pecador sino conforme al Espíritu.
5 Los que viven conforme a lo débil de la condición humana (carne) se preocupan solo de las cosas humanas; pero los que viven conforme al Espíritu se preocupan de las cosas del Espíritu. 6 Ahora bien, preocuparse solo de lo que es humano (carne) lleva a la muerte; en cambio, preocuparse de las cosas del Espíritu lleva a la vida y la paz. 7 Los que se preocupan solo de las cosas humanas (carne) son enemigos de Dios, porque ni quieren ni pueden someterse a su ley. 8 Por eso, los que viven sometidos a los deseos de la débil condición humana no pueden agradar a Dios.
9 Pero vosotros ya no vivimos conforme a tales deseos, sino conforme al Espíritu, si es que realmente el Espíritu de Dios vive en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. 10 Pero si Cristo vive en vosotros, el espíritu vive porque Dios os ha hecho justos, aun cuando el cuerpo esté destinado a la muerte por causa del pecado. 11 Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a vuestros cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en vosotros.
12 Así pues, hermanos, tenemos un deber, que no es el de vivir conforme a los deseos de la débil condición humana. 13 Porque si vivís conforme a esos deseos, moriréis; pero si los hacéis morir por medio del Espíritu, viviréis.
14 Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud que os lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que os hace hijos de Dios. Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: “¡Abbá!, ¡Padre!”o 16 Este Espíritu es el mismo que se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. 17 Y por ser sus hijos tendremos también parte en la herencia que Dios nos ha prometido, la cual compartiremos con Cristo, si en verdad sufrimos con él para después estar con él en su gloria.
Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, con Hijos de Dios.
Necesitamos ser guiados por su Espíritu. Y el ser guiados nos llevara a la muerte de nuestra carne, de nuestros deseos, y someter todas las áreas de nuestras vidas al Señorío de Cristo.
Galatas 5: 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
me gustaria incorporarme para que me guien
En mi busqueda por encontrar a Dios y dejar atras mis malos pensamientos solo para centrarme en el encuentro con
Dios mi padre, he encontrado esta pagina. De gran bendición seria para mi estar integrada ha esta comunidad que también busca agradar a nuestro padre.
De antemano gracias por su atención.
Dios les bendice
gracias por ayudarme ha encontrar ha Dios ha traves de esta pagina q dios los bendiga en el nombre de jesus su hijo .