Soy Poca cosa?
Por muchos años sufrí complejo de inferioridad o baja autoestima.
Por otros muchos años… tratando de superar esto, me vestía caro, trataba de resaltar con adefesios en el cabello o zapatos altos, o mi carácter cambiaba según con quien estuviera.
Por no parecer poca cosa, hacia que nunca fuera yo misma, sino que imitaba a quien me parecía “lo más” o a alguna estrella de cine.
Hay mucha gente que sufre baja autoestima, algunas por herencia y otras por sufrir burlas o traumas graves en la niñez o adolescencia que es cuando mas se marca el recuerdo y se forma la personalidad.
En mi caso se me burlaban mucho en la escuela, era tan flaca como una escopeta, tenía frenillos en todos los dientes, la ropa me quedaba como si fuera un espantapájaros, un palo vestido y encima era tan alta que me paraba con la espalda arqueada hacia adelante
Mi propio padre me decía “cucha de perro” (puros huesos y trapos)
Otros me decían: “enderezate salame!”
Otros: “la naty esta armada hasta los dientes…jajaja…”
Etc…etc.…
Dios fue el que cambió eso, cuando me dijo: “te amo, tal cual eres”
Ese “tal cual eres”… fue un alivio para mi alma, ya que buscaba ser lo que los demás deseaban que yo fuera y esto me agotaba!
El me amó tal cual, sin cambiar nada de mí. Yo cambié por amor a El… pero en principio, no tuve que hacer NADA por agradar a Dios.
Yo no era menos pecadora antes de que Dios me dijera tales palabras, ni mas buena, ni mas baja, ni traté de ser un poco más simpática… era tal cual… era yo misma.
Hay gente que busca ser mejor por no parecer poca cosa.
Que tal si, pruebas con amarte tal cual eres? Sería un buen comienzo para que otros te amen y te acepten si tu mismo te aceptas.
Un día me miré al espejo, y me dije: “que linda nariz, Naty! Está justo en el centro de ambos ojos…” aunque mi nariz se parece al pico de un loro, la amé por primera vez y dejé de aborrecerme a mi misma.
Todos los días nos miramos al espejo.
¿Qué piensas tú cuando te miras, y te vez tal cual eres?
Dios te bendiga y haya amor por ti mismo para que puedas amar a otros.
buena enseñanza, Dios repara nuestro autoestima