Me sorprenden los niños la capacidad que tiene para recordarte lo que le prometiste…uno de mis sobrinos muchas veces me recordaba promesas como: la semana pasada me dijiste que me llevarías al cine…o prometiste ...
La Fe que mueve la Mano de Dios Parte I
By claudio Posted on In Ayuda espiritual, Consejos cristianos, Consejos para ser feliz, CORAZON DE NIÑO, Crisis y Dios, DISFRUTAR LA VIDA, SU MANO SOBRENATURAL ¡HOY!, vida Cristiana Tagged anhelos, confian en la suerte, creamos a las promesas que Dios nos hace, denominación, Depositar nuestra fe en cosas o personas son circunstanciales, dicen conocer y tratar con el “barba” a su manera, es la popular o religiosa heredada de los antepasados y las creencias populares, Están los que creen en Dios a su manera, esto la Biblia lo llama Idolatría y paganismo, Estos más o menos son algunos de los aspectos de la fe que la gente tiene. Todos tienen fe. De alguna manera a todos les sirve para sus propósitos. Ya sea para, etc, La Fe que mueve la Mano de Dios, Les tengo fe a estos jugadores y al equipo…o…tengo fe en este proyecto, Los que creen en la suerte, moverías las montañas, o siendo incrédulos. Creen en Dios pero mentalmente, Otra clase de fe, pero estan bien lejos de la realidad de una verdadera fe, pero no se sujetan a sus leyes, promesas, se que vamos a salir adelante, según las necesidades especificas de ese momento y son mas un deseo que una verdadera fe fundamentada, solo tengo mi fe en Dios, También los que creen en Dios y dudan de su efectividad por desconocer verdaderamente en quien creen. Usando expresiones de deseos, te bendicen siempre diciendo: suerte…aunque el deseo es que te vaya bien, Tengo fe en Dios…Ojala todo cambie, Tengo Fe en el Hijo de Dios en quien mi vida esta escondida en el hueco de su mano, Tengo fe en este numerito y con un golpe de suerte voy a ganar…solo necesito suerte, Tengo una fe bárbara en la virgencita milagrosa…o… le tengo fe al gauchito…o… tengo fe en mi Iglesia, y desconocen de su Poder, Y la Fe verdadera ejercida a través de Jesucristo, Yo no creo en las instituciones