¿Crisis de identidad?
“sos igual a tu madre”…,“saliste loca como tu tia”…,”tu padre también era terco como vos”
Las comparaciones son realmente odiosas.
¿Alguna vez te compararon así?
Miles de veces escuché a mis padres o parientes compararme con algún familiar, y la mayoría de las veces… para mal.
Casi siempre que alguien compara a las personas, busca el defecto y no la virtud. ¿Por qué será?
Dios es un Dios que le gusta buscar gente que no quiera ser igual a sus padres, sino igual a Jesús y esto rompe con las comparaciones, porque Jesucristo es incomparable!
Según Su palabra cada ser humano, creado por él, es distinto a otro y lo confirma el documento nacional de identidad con una huella del pulgar diferente de otra, en cada persona.
Un ejemplo de comparaciones en la Biblia:
“2 Reyes 13:1 En el año veintitrés de Joás, hijo de Ocosías, rey de Judá, comenzó a reinar Joacaz hijo de Jehú sobre Israel en Samaria, y reinó diecisiete años.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y siguió en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, él hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos.
2 reyes 13:10. El año treinta y siete de Joás rey de Judá, comenzó a reinar Joás hijo de Joacaz sobre Israel en Samaria; y reinó dieciséis años.
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová; no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; en ellos anduvo.
2 Reyes 14:1. En el año segundo de Joás hijo de Joacaz rey de Israel, comenzó a reinar Amasías hijo de Joás rey de Judá.
v.3. Y él hizo lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no como David su padre; hizo conforme a todas las cosas que había hecho Joás su padre.”
El libro de los reyes relata la historia de cada rey en su reinado, comienza describiendo de quién era descendiente, a los cuántos años comenzó a reinar y que es lo que hizo ese rey.
Joacaz hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
Luego reinó su hijo Joás, y al parecer quería ser como su padre y también fue malo delante de Jehová.
Después de éste reinó Amasías, nieto de Joacaz e hijo de Joás y Amasías, y aunque su abuelo y su padre hicieron lo malo, creo que Amasías dijo prefiero ser un Hijo de Dios, e hizo lo recto, como Dios lo hubiera hecho!
Creo que la historia quiere enseñar que no importa de donde vengas y de quien seas hijo/a, lo importante para Dios es que hagas lo correcto, lo que debes hacer.
Lo grave de algunas personas es que al ser comparadas con alguien, creen que, “bueno… es la herencia y ya soy así… ya no se puede cambiar nada…” pero Dios cree en ti y no tienes porque ser igual a nadie.
Dios cree que cualquier persona puede ser única si lo desea, y no tiene porque ser igual a ningún antepasado, ni en lo bueno, ni en lo malo.
Cree lo que quieras de tí mismo!
Yo no quiero ser gruñona como mi madre, ni quiero ser terca como mi padre, yo quiero creer que soy lo que Dios dice que soy!
No hay mejor Padre que Dios como para querer imitar.
Si él dice que soy una nueva criatura, eso soy!
Si él dice que soy heredera junto con Jesucristo, eso es lo que creo.
Mi herencia cambia, cuando creo en Jesús, mis genes son celestiales y mi sangre es la de Cristo.
Seas bendito en todas tus generaciones. Sé especial!