Otro tema siempre candente con esto del “amor libre”, es el relacionado con la tentacion. ¿Qué ocurre cuando las tentaciones sexuales parecen insostenibles y las relaciones entre los novios sufren? ¿Que podemos hacer? Sí, es cierto que tan excitante pasión, sea única, y precisamente eso: pasión.
En contraste con el verdadero amor, la codicia genera pasión sin barreras, y desgraciadamente, el “manoseo” consecuente causa tanto dolor y vergüenza en lo secreto del alma como el mismo acto final. En el cristiano verdadero el Espíritu Santo de Dios se contrista y la pareja pierde el “gozo de la salvación”. Por ello la biblia nos advierte: “No contristen al Espíritu Santo de Dios”. Efesios 4:30.
Si estas viviendo en el torbellino de pasiones, no creas que una confesión superficial al Señor es suficiente para liberarte. A menos que estés dispuesto a romper con tales prácticas, la confesión es una burla, y ni tu conciencia ni Dios quedan satisfechos.
Veámos entonces lo que podemos hacer:
En primer lugar, con sincero arrepentimiento confiesa que tal práctica es pecado. Dios te perdonará. Recuerda su promesa: “Si confesamos nuestros pecados,él “Dios” es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1:9.
En segundo lugar, pídele perdón a la otra persona. Este paso fortalece tu voluntad para frenar futuras tentaciones.
En tercer lugar, analiza si en verdad es amor lo que te llevó al noviazgo, o si fueron sólo los impulsos naturales. En caso de esto último, cuánto antes y de común acuerdo termina tu compromiso. Se librarán de angustia y dolor innecesarios. Por otra parte, si el atractivo personal y el amor entre ambos va mas allá de lo meramente físico, cumplan el mandato bíblico de casarse (1 Corintios 7:9).
Pero, y esto es muy importante, deben asegurarse de que es verdadero amor lo que sienten. Sin este ingrediente, la excitación físico-emocional pronto dará lugar a la frustración.
Estimada vicky avísanos si te llego nuestra respuesta. ¡Bendiciones!