Yo me quejo, tu te quejas… Dios se queja!
Cuenta la historia de cierto pueblo que salió de un lugar con la promesa de que Dios lo guiaría a otro lugar mejor, pero antes deberían pasar por el desierto y eso les llevaría 10 días de camino entre el calor del dia, el frio de noche, la falta de agua, las serpientes y demás peligros del árido desierto.
Pero… al cruzar el mar y empezar a caminar en el desierto, la gente del pueblo comenzó a quejarse…
…que no hay agua… pero Dios proveyó agua que milagrosamente fluía de una peña
que nos hace calor..!, pero Dios puso una nube que impedía el calor del sol contra ellos.
Que nos hace frío..! y Dios puso una columna de fuego en la noche para que no les haga frío…
que no tenemos que comer!.. Dios les dio pan todos los dias y llovía del cielo…
que ya estamos cansados de pan, queremos carne..! y Dios les dio perdices para comer,
que donde está Dios… necesitamos un dios! (y como se “tardó” en revelarse, se hicieron un becerro de oro y le adoraron)
Así pasaron los años… quejándose de todo y Dios se enojó con ellos, y en lugar de llevarles 10 días hasta la tierra prometida, les llevó 40 años!
¿de que te quejas?
Si Dios te prometió algo, vá a cumplirlo enseguida, sólo tienes que pasar por alguna que otra “molestia” o “pruebas” como dicen algunos, pero “las aflicciones del tiempo presente no son comparadas con la gloria venidera…” Romanos 8:18
Hay gente tan acostumbrada a quejarse que cuando no tienen de que quejarse, buscan quejarse de otro o del clima, o de cualquier tontería. Se quejan de que no hay queja… Parece el colmo de un quejoso!
¿Qué hizo este pueblo durante 40 años dando vueltas en el desierto?
Se quejó… y eso fue lo que los llevó a morir en medio del desierto, sin gozar de las bendiciones de cada día y sin poder entrar a la tierra prometida que estaba a sólo 10 días de camino.
Hoy, si bien no nos encontramos en el desierto pero nos estamos quejando, vamos a terminar dando vueltas en la misma situación sin disfrutar las bendiciones que Dios nos dá cada día.
Dios cuenta esta historia en la Biblia (salmo 78) para que aquellos que quieran analizar su vida, se pregunten:
¿he llegado a algo con esta queja?
¿hace cuanto estoy dando vueltas en la misma situación o circunstancia?
¿no puedo salir de donde estoy, será porque tengo que aprender algo?
Finalmente:
“Encomienda a Jehová tu camino y CONFÍA en El, y él hará (que llegues hasta donde debes llegar)”
Dios te bendiga y dá gracias por todo lo que te ha sustentado, en medio de cada prueba o aflicción.