Carta de un Padre
Querida hija:
Hoy te he llamado a mi lado, te he cubierto con mi manto, te he prestado mi cayado. Entre las piedras abismales has resbalado, pero mi mano no te ha soltado, ni mi amor por ti te ha abandonado.
Mi luz ha alumbrado tu sendero y a pesar de tus miedos, jamás de tu lado me he apartado.
Mi voz te ha susurrado, una brisa suave te ha poblado, y tu corazón latiendo fuertemente me ha contestado… me has dicho que me amas, y mi amor desborda por ti en este silencio tan callado.
Hija, cuanto te he esperado! Tu regreso me ha alegrado!… quiero que sepas que cada día me he asomado, a observar tu venida y al verte aquí, no puedo mas que darte, mi eterno abrazo.
Hijita mi amor arde en tu alma, gracias por responder a mi llamado, el universo es tuyo, tómalo en tus manos.
Mira al cielo, allí las estrellas te gritan: te amo, te amo, te amo…
Atte: Tu Padre celestial.
P.D: de ti tendré cuidado.